Biografía de Pamela Kribbe
 

En esta biografía cuento un poco más acerca de mis antecedentes personales y desarrollo espiritual. Muchas personas me han preguntado cómo llegue a familiarizarme con la canalización y cómo sucedió la conexión con Jeshua. Esta biografía no ofrece mucho una explicación sobre el fenómeno de canalización sino más bien una historia personal sobre lo que esto significa para mí.

Introducción

Mi nombre es Pamela Rose Kribbe y nací el 6 de setiembre de 1968 en un pequeño pueblo en Holanda. Durante mi infancia siempre he tenido un marcado interés por la Biblia (para niños) e historias sobre la vida de Jesús, lo cual era extraño porque mis padres no eran religiosos de ningún modo activo. Cuando tenía 12 años mi abuela murió. Yo había llegado a quererla mucho y ella era como una madre para mí, ya que ella vivía en nuestra casa como parte de la familia. Después de su muerte, nosotros – mi madre, tías, primos y yo –  comenzamos a interesarnos en el material literario sobre la vida después de la muerte, los fenómenos psíquicos, etcétera. Mi interés en esto permaneció hasta que entré en la universidad a la edad de 19 años. Comencé mis estudios en filosofía en la Universidad de Leiden y luego de un año me había vuelto escéptica, pensando que todos estos asuntos religiosos eran muy supersticiosos e irracionales. Me enamoré del enfoque filosófico racionalista y trabajé y estudié duro. Me gradué con mérito extraordinario y entonces me ofrecieron un cargo como estudiante de doctorado en otra universidad en Holanda. Mi área de investigación fue filosofía de la ciencia contemporánea. Mientras tanto, a la edad de 23 años, había comenzado una relación con un hombre algo mayor quien también estaba siguiendo una exitosa carrera académica. Vivíamos juntos en una linda casa, y yo pensaba que era totalmente feliz.

Este no era realmente el caso, como me di cuenta cuando conocí a un hombre joven de quien me enamoré profundamente. Él era también un filósofo y un estudiante de doctorado y, a diferencia de mi pareja, el creía en las ‘cosas espirituales’ mientras que al mismo tiempo era sensible, inteligente y racional. Esto agitó profundamente algo dentro de mí. Yo tenía este antiguo interés en lo espiritual, pero había llegado a ‘prohibirlo’ en mi ambiente académico, y ahora había alguien, quien ahora yo considero un ‘compañero de alma’, recordándome una parte de mí que se había mantenido oculta por tanto tiempo. Podíamos quedarnos hablando eternamente sobre filosofía y espiritualidad. Nos enamoramos, yo dejé a mi pareja, la casa y la ciudad en la que vivía, pero no vivimos felices por siempre… Nuestra relación fue de corta duración y terminó en lo que yo experimenté como un gran trauma emocional. Nuestra intensa pasión desarraigó completamente nuestras vidas, pero debido a la diferencia de carácter y a la agitación emocional no pudimos construir una vida juntos y rompimos la relación después de menos de 6 meses.

Crisis

Por aquél entonces alquilaba una pequeña habitación por mi propia cuenta, viviendo nuevamente como una estudiante pobre, aunque no me importaba la recaída económica. Me desgarraba de aflicción y de tristeza porque este amante-compañero de alma me había dejado. Yo sentía que nada más me importaba, y no podía preocuparme menos por la terminación de mi tesis. Entonces, aparentemente de la nada, me ofrecieron una beca que me permitía estar un semestre en la Universidad de Harvard en Estados Unidos. Simplemente  podría acudir a clases que me gustaban, sin estar muy presionada a tener que hacer algo en particular.

Entonces fui, y fue para mí una experiencia que profundizó increíblemente mis emociones. Me sentí totalmente sola, por primera vez en mi vida, y sólo pude resistirlo, soportarlo como quien dice, sin ninguna solución a mano. Intelectualmente, me había vuelto vacía. El interés que había adquirido por la filosofía académica se había marchitado completamente y realmente tenía que hacer un gran esfuerzo para mantenerme despierta durante los cursos que tomaba en una de las universidades más famosas del mundo. Mi mente ya no podía más asimilar nada ‘intelectual’. Me sentía muy cansada y después de las clases sólo dormía o pasaba el tiempo con mi compañera de habitación, quien estaba también sóla y justo salía de un matrimonio infeliz. En una librería cerca de la universidad descubrí un libro de Seth, canalizado por Jane Roberts. Yo nunca había leído antes algún material canalizado, y al principio no entendí nada de eso. Pero me sentí atraída a eso una y otra vez, y después de un tiempo leer este material pasó a ser la claridad de mis días. No era meramente el contenido lo que me impresionaba sino lo totalmente original y profundo, fue la energía lo que me tocó y me levantó. Fue la primer cosa que me hizo volver a la vida otra vez.

Atascada otra vez     

Luego de mi estadía en los Estados Unidos, decidí terminar mi tesis de doctorado, aunque sabía que ya no podría continuar una carrera universitaria. En 1997, cuando tenía 29 años, me gradué en doctorada en filosofía, y para entonces había alquilado otra vez un lindo departamento por mi propia cuenta, y valoraba y disfrutaba mi independencia. Había crecido, había superado la peor crisis de mi vida y me había recuperado en cierto punto. Había tenido que aprender una de las lecciones más difíciles para mí: que uno no se puede perderse completamente en una relación, que uno tiene que aceptar la propia ‘individualidad’. Siempre había experimentado el ‘enamorarme’ como algo casi religioso, como si hubiese estado esperando que algo o alguien me ‘alzara’ del estado incompleto de soledad, permitiéndome sentir una unidad extática y un completo reconocimiento. Este deseo de ‘trascendencia’ o de ‘unidad’, elevándose por encima de los límites de mi ‘yo’, me habían llevado finalmente a una completa soledad y desesperación. Ahora me estaba recuperando de esto, con una nueva comprensión, pero aún me sentía totalmente sola. Luego me encontré con un anterior compañero de estudio, y en esa etapa de mi vida él era la única persona con la cual yo podía hablar, ‘realmente hablar’, acerca de las cosas que me importaban. Comenzamos una relación y vivimos juntos por casi cuatro años. Pienso que fue más como una relación de hermano y hermana. Yo me dije a mí misma que esto era lo mejor, ya que demasiada pasión había quitado lo mejor de mí y yo aún me sentía desilusionada con respecto a la anterior relación.

Mientras tanto, tuve que prepararme para encontrar trabajo, ahora que le había dicho adiós a la vida universitaria. Esto no fue tan fácil como yo pensaba. Mi novio y yo planeamos dar cursos de filosofía y hacer trabajo de asesoramiento, y tomar trabajos de media jornada ‘sólo por el dinero’. Comencé trabajando como secretaria, en varios trabajos, pero me sentí pasmada de cómo funciona la ‘vida de oficina’, las disputas por el poder, el chismorreo, la humillación de no ser capaz de expresar las propias habilidades verdaderas (siendo una secretaria). Yo era del todo inocente, ya que había pasado diez años en la universidad, trabajando en casa la mayor parte del tiempo y teniendo mucha libertad para organizar mi trabajo como yo quería. Luego de un par de años conseguí un trabajo de mayor prestigio, pero terminé muy estresada.

Luego vino un punto de cambio. Me hice una lectura de aura con una mujer, quien más tarde pasó a ser mi maestra, que me emocionó mucho y me despertó. Esto hizo que me de cuenta de que tanto en el área del trabajo como en el área de relaciones, no era feliz y estaba en desequilibrio. Pude reconocer que estaba en un callejón sin salida. Tenía estas oleadas de energía creativa, tenía sueños y visiones del futuro, pero mientras tanto simplemente me estaba agarrando a una relación y a un ambiente de trabajo que me impedían expresarme verdaderamente. Yo tenía miedo de ‘estar sola’ otra vez. Unos meses después de que conocí a esta terapeuta espiritual comencé un curso en desarrollo intuitivo y lectura de aura con ella y abandoné mi trabajo estresante e insatisfactorio. Comencé otro trabajo de medio día más fácil (el cual tampoco duraría mucho tiempo).

Auto exploración

En el otoño del año 2000, me sentí motivada a investigar mis vidas pasadas a través de la terapia de regresión. Esto mostró ser una asombrosa aventura. Yo ya había comenzado a ver imágenes de vidas pasadas espontáneamente, lo cual evocó fuertes emociones en mí y me dio la sensación de ser una identidad mucho más grande que sólo mi actual personalidad. En la terapia de regresión de vidas pasadas investigué muchas vidas, lo cual me explicó mucho acerca de por qué yo me había sentido siempre de determinadas maneras. La que tal vez me impactó más fue la vida más reciente, en la cual morí como una víctima del Holocausto en el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau. Revivir esta experiencia me hizo comprender la inexplicable tristeza que yo siempre había sentido profundamente adentro, y la resistencia que había tenido hacia la vida. Las otras vidas, yendo desde aquellas enfocadas espiritualmente hasta otras muy miserables y otras en las cuales empleé mal mi poder, abrieron tal nuevo rango de conciencia, que sentí un gran deseo de compartir mis experiencias con alguien que pudiera entender. Mi novio para ese entonces había comenzado a pensar que yo me estaba volviendo un poco loca…

Conociendo a Gerrit

Pamela y LauraRecién me familiarizaba entonces con Internet cuando navegando di con el sitio web de Gerrit acerca de reencarnación, tiempo y espiritualidad. Inmediatamente me quedé impresionada por la energía que emitía y por los intereses comunes que teníamos. Tuve la extraña sensación de que él ya era alguien increíblemente familiar para mí o yo realmente me estaba volviendo loca e inventando cosas. Decidí escribirle de todos modos y resultó una animosa correspondencia. Tres meses después nos conocimos personalmente. Para ese entonces yo ya había terminado mi relación con mi pareja. Cuando me encontré con Gerrit, tuve la sensación de que lo conocía muy bien, ¡sólo que no con esta particular apariencia del siglo XX! Fue inexplicable y misterioso. Inmediatamente me sentí atraída hacia él y, como sucedió, ¡él también hacia mí!

Me mudé con él unos pocos meses después, quedé embarazada enseguida ¡y antes de que termine el año nos casamos! En el año 2002 nació nuestra hija Laura. El período en el que investigué minuciosamente mis vidas pasadas, conocí a Gerrit y me mudé a otra parte de Holanda (donde vivía Gerrit) lo sentí como un período de profunda transición, incluso moribundo. Me sentía como si estuviera emergiendo desde mi previa personalidad como un nuevo ‘yo’, ¡pero más ‘yo’ de lo que jamás había sido antes! Me sentí como entrando a una totalmente nueva forma de ser, en la cual, finalmente, las cosas tenían sentido, encajaban juntas y pavimentaba el camino para que los sueños largamente sostenidos se hicieran realidad.

Comenzando mi trabajo

Después de que mi hija naciera, comencé mi trabajo espiritual para la lectura de aura y la sanación, y los clientes empezaron a llegar desde mediados del 2002 en adelante. Las cosas simplemente ocurrieron naturalmente y suavemente, sin tener que esforzarme mucho en eso. Finalmente había encontrado el trabajo en el cual yo podía verdaderamente expresarme. Tuve que tratar con muchos miedos que no había anticipado. Ahora que estaba haciendo el trabajo que amaba descubría que tenía miedos acerca de expresarme realmente, de ser diferente, de ser fuerte y confiada, etcétera. Me sentía vulnerable porque por primera vez estaba realmente expresando lo que yo era, sin retener nada, y el riesgo de ser rechazada o criticada me atemorizaba. Sólo podía hacer unas pocas consultas por semana.

Conociendo a Jeshua

Mientras tanto, Gerrit y yo a menudo hacíamos sesiones para nosotros, explorando nuestros mundos interiores, las heridas y cicatrices emocionales de ésta y otras vidas, y otros temas tales como astrología, los cambios en el mundo, etcétera. Una noche, sentí una presencia cerca de mí cuya energía era diferente de lo que yo solía sentir. Se sentía serio, solemne y me puso ligeramente nerviosa. Yo solía entablar contacto con guías espirituales, mis propios guías o de otras personas. Pero éste se sentía diferente. Decidí investigar quién era, con la ayuda de Gerrit, y cuando entré en el estado de trance y me conecté con la energía, vi el nombre ‘Jeshua ben Joseph’ en frente de mi ojo interior e inmediatamente sentí que era verdad. En una fracción de segundo, justo antes de que mi intelecto comenzara a elaborar dudas y preguntas, reconocí a Jeshua como a una presencia profundamente familiar, de la cual era muy natural sentirse cerca. Hubo un reconocimiento interior, y por lo tanto acepté la conexión. El hecho de que él se presentara como ‘Jeshua ben Joseph’ y no como ‘Jesús’ me mostró que él quería dejar claro desde un comienzo de que él no era la personalidad manufacturada por la Biblia y por la tradición.

En las semanas y meses siguientes comencé a explorar la conexión con Jeshua. No le conté a nadie, sólo Gerrit sabía. Se sentía auténtico y genuino, aunque tuve que acostumbrarme a la energía que sentía entrando a mi aura y cuerpo cuando me conectaba con Jeshua. Su energía era centrada y arraigada, y me daba un claro foco, libre de sentimentalismo y drama. Era totalmente directa y poderosa. ¡Lo que me atemorizaba era el poder en ella! Me ofrecía un nivel de conciencia en el cual uno ve las cosas claramente, pero también de una manera que podría ser perturbadora o inquietante para otros. Era parte de mi personalidad que yo tratara de ser ‘amable y dulce’ evitando confrontaciones, y yo pensaba que ya me había vuelto totalmente independiente y confiada. ¡Pero la energía de Jeshua me mostraba que aún me quedaba un camino que transitar! Especialmente trabajando como lectora y sanadora, tuve que equilibrar mi lado sensible y empático con una energía masculina que me permitiría ser frontal, proteger mis límites y que me ayudaría a permanecer centrada en medio de pesadas energías emocionales. Jeshua me ofreció su guía en mi trabajo como terapeuta, no solo dándome información en palabras o frases, sino transfiriendo realmente su energía hacia mí, haciéndome entender cómo es ver las cosas a través de sus ojos, o tal vez mejor dicho: a través de los ojos de la energía de Cristo (la cual está en todos nosotros). Al canalizar su energía, literalmente: permitiendo que entre a mi cuerpo y aura, yo personalmente pude crecer y comprender más.

Luego de un tiempo, Jeshua también comenzó a darnos información a Gerrit y a mí, que era más universal en naturaleza. Yo entraría en estado de trance, guiada por Gerrit, y luego Jeshua me daría mensajes, los cuales venían en forma de palabras, o sentimientos que yo tenía que traducir a palabras. Tal vez la mejor manera de expresarlo es que él me transmite discernimiento y agudeza (lo cual me hace sentir como: ¡Ah ahora entiendo!) y es mi tarea traducir esto en palabras apropiadas, frases, oraciones. A veces las palabras salen de mi boca fácilmente, como me son dadas, y otras veces tengo que buscar formulaciones que ‘encajen’ con la energía que siento y esto es más un esfuerzo. Además, la energía que aparece en una canalización es a veces difícil de poner en palabras, porque no es sólo la información literal lo que sale sino también una energía de sanación, de amor y de claridad.

La primer serie de mensajes que salió fue la Serie de los Trabajadores de la Luz (publicada en este sitio web). Ésta contiene mensajes sobre la historia de las almas trabajadoras de la luz, la llegada de una nueva era, y la transición desde la conciencia basada en el ego a la conciencia basada en el corazón. Jeshua nos contó que esta serie de mensajes estaba dirigida especialmente para los trabajadores de la luz. Él dijo que era importante que ellos despierten y que se den cuenta de quiénes son. Será cuando ellos hayan despertado que ayudarán a otra porción de la humanidad en su viaje hacia la conciencia basada en el corazón.

Apareciendo en público

Aún no le había contado a nadie acera de mi conexión con Jeshua, temiéndole a lo ridículo e incrédulo. Me parecía totalmente imposible decir las palabras “estoy canalizando a Jeshua o Jesús” en voz alta a alguien. Era esta filósofa escéptica persistiendo en el fondo de mi mente, explicándome que estaba a punto de declararme insana, confundida, pretenciosa, etcétera. De todos modos, confié en algunos amigos cercanos, y tuvimos algunas pequeñas sesiones juntos lo cual funcionó bien. Además, publicamos la primer serie de canalizaciones en mi sitio web (en holandés). Luego, más de un año después de haber ‘conocido’ a Jeshua, obtuve una invitación de un centro espiritual Belga para ir a dar una canalización pública. Me sentí shockeada de tan sólo pensar en eso, pero por otro lado yo sabía que no debía rehusar, que tenía que atravesar este miedo, y que Jeshua no me descarriaría. Estuve nerviosa durante semanas y enferma y sin dormir los días previos, pero luego la primer canalización pública tuvo lugar, y tuvo un gran impacto positivo en mí. Fue una canalización y una sesión de preguntas y respuestas cortas (la primera de la Serie de Sanación, publicada en el sitio web) pero sentía la presencia de Jeshua fluyendo a través mío muy claramente. La gente fue cálida y entusiasta en sus reacciones, y la ‘ejecución pública’ no ocurrió…

Estuve tan en lo alto después de aquella primer canalización pública, que inmediatamente decidí organizar encuentros en nuestra propia casa, y así lo hicimos. Pero los miedos no estaban superados aún. Cada vez que tenía que canalizar en frente de una audiencia sentía mucha resistencia, miedo ¡e incluso ira! Yo nunca fui una persona que se sintiera cómoda hablando en público, siendo tímida e introvertida. ¿Por qué ponerme en tal situación vulnerable, no estando segura de si algo coherente saldría de mi boca o de si Jeshua ‘estaría ahí’ en primer lugar? Por supuesto, él siempre estuvo ‘ahí’ para mí. Mi persistente inseguridad, temor e indignación de que ‘yo tenía que hacer esto’ era simplemente mi ego luchando hasta el final para ponerle un final a este ‘compromiso alocadamente irresponsable’. Dejar que Jeshua hable a través mío iba en contra de todos mis ‘mecanismos de seguridad’. Mofaba todos mis hábitos adquiridos de ser cauta, reservada y ‘de quedarme al margen’. Yo había sido un poco misántropo por mucho tiempo, no confiando en las personas fácilmente. Ahora estaba aquí esta energía presente, diciéndole a la gente a través mío cuánto él los amaba y los apreciaba, alentándolos a abrazar su propio conocimiento interior y poder, incluso regañándolos graciosamente por su terquedad o resistencia. ¡Esto no podía ser yo!

Yo estaba asombraba de las reacciones que recibía. Primero, pusimos todas las canalizaciones en nuestro sito web en holandés, lo cual comenzó a atraer a una audiencia cada vez mayor. Recibimos cientos de e-mails en los años que siguieron, de personas que nos decían que se sentían muy emocionados por los mensajes y ¡que era casi como si Jeshua les hablara a ellos directamente! Luego de un tiempo, yo traduje las canalizaciones al inglés y creamos un sitio web en inglés también. Éste no atrajo muchos lectores al comienzo pero Jeshua nos dijo que simplemente lo dejemos y esperemos. En verdad, después de más de un año, comenzamos también a recibir mensajes de lectores de habla inglesa, y empezamos a ofrecer lecturas a distancia también a personas del exterior. Las cosas comenzaban a moverse.

Expansión

Luego varias personas de diferentes países nos contactaron por e-mail y se ofrecieron voluntariamente para traducir los mensajes de Jeshua. Ellos nos manifestaron ‘de la nada’ que tenían la capacidad para hacer las traducciones y que eran espíritus afines, quienes se sentían como familia y que simplemente ofrecían sus servicios porque se habían sentido inspirados por el material de Jeshua. Es asombroso. Ahora en Internet hay traducciones disponibles en español, hebreo, francés, portugués y finlandés. Hemos recibido ayuda de personas alrededor del mundo, compartiendo un interés común y deseo, lo cual parece trascender los límites culturales. Jeshua me había dicho que yo sólo tenía que escribir el material, y luego soltarlo. Encontraría su propio camino y realmente fue así.

Internet ha sido el medio más importante para esto. Una de las ‘sincronías’ en nuestra historia fue que Gerrit trabaja como asesor en sistemas de computación y era capaz de diseñar y mantener sitios web. Yo también siento que mis antecedentes como filósofa me han ayudado mucho a traducir la energía de Jeshua a palabras y conceptos. Además, siempre me ha encantado escribir, y he sido entrenada a escribir en inglés mientras era estudiante de filosofía. Yo siento que al crear las canalizaciones y al hacer las lecturas para los clientes estoy ‘haciendo lo mío’, eso para lo que nací. Me siento muy realizada cuando recibo tantas respuestas cálidas y afectuosas de personas de todo el mundo, y también me siento agradecida de poder dedicar ahora mi vida a hacer ¡lo que más amo hacer!

Canalizar – un poco de desprestigio

En conclusión, quisiera hacer algunos comentarios sobre el fenómeno de canalización. Tal vez, siendo holandesa (¡ellos son considerados ser personas muy prácticas!) y aún totalmente escéptica acerca de algunos materiales de la nueva era que yo encuentro, me gustaría poner algunas cosas sobre canalización en perspectiva.

La relación entre el canalizador y la entidad canalizada.

Yo creo que la canalización es una cooperación entre un ser humano y una entidad no física la cual actúa como un maestro. El maestro ofrece inspiración y una mayor perspectiva al ser humano, y el ser humano traduce la energía de la entidad espiritual a las palabras y conceptos con los que él está familiarizado a través de su crianza, educación y cultura. Yo no creo que sea posible, o incluso deseable, que el humano canal se pusiera completamente a un lado, para ‘puramente canalizar’ a la energía de la entidad no física. Pienso que es inevitable que el conjunto de la mente, conciencia y vocabulario del canalizador, influyan enormemente en lo que sale. Incluso si el canalizador entra en un profundo estado de transe, él es el receptor, el receptáculo y por lo tanto el co-creador del material. Yo pienso que es naïf presumir que un canalizador puede recibir un mensaje totalmente ‘desde afuera’, no teniendo nada que ver con eso. Yo creo que el mensaje viene ‘desde adentro’, a través de su conciencia, ampliada por la conciencia del maestro espiritual, y que la calidad de la canalización no depende tanto del grado en el que el canalizador pueda eliminarse a sí mismo, como del nivel de conciencia que tanto el canalizador como la entidad canalizada poseen. Canalizar es esencialmente una co-creación.

Cómo juzgar la calidad de la información canalizada

Canalizar puede ser hermoso e inspirante. Pero también puede resultar en frases huecas, disparatadas o cuentos calamitosos alarmantes y moralizadores. En el peor de los casos, lleva a la adoración de autoridades que no tienen nada que los haga valer excepto su nombre o rango en alguna jerarquía espiritual invisible. Respetar a autoridades esquivas fuera de nosotros - ¿no fue eso precisamente de lo que todos los maestros espirituales nos han prevenido?

El hecho de que la información sea canalizada no dice nada acerca de la calidad de ésta. En filosofía de la ciencia, la rama de la filosofía que investiga lo que hace a las teorías científicas ‘científicas’ o confiables, se hace una ventajosa distinción entre el ‘contexto del descubrimiento’ y ‘el contexto de la justificación’. Lo que lleva al descubrimiento de una teoría científica no está relacionado con el hecho de que ésta pueda ser justificada. Un científico puede construir cualquier teoría que desee, confiando en sus sueños personales, asociaciones, o fantasías, pero una vez que él ha formulado la teoría, será juzgado por sus pares basándose en el criterio generalmente aceptado tal como confirmación empírica, coherencia, poder explicativo, etcétera. Entonces, en el contexto del descubrimiento, todo vale, mientras que en el contexto de la justificación, la teoría tiene que cumplir con ciertos estándares de calidad, para ser valorada por la comunidad científica. Yo pienso que lo mismo vale para el material canalizado. Los mensajes canalizados deberían ser juzgados por los mismos estándares como textos espirituales de ‘simples humanos’; ¿la información es clara, agrega nueva perspicacia a tu conocimiento, te inspira a amarte más, te sientes iluminado y elevado por el mensaje? Yo creo que si la respuesta es ‘si’, la cuestión de quién lo canaliza y cómo sucede (el contexto del descubrimiento) es relativamente poco importante. La prueba está en el budín, no en el supuesto rango o estatus de aquél que lo preparó.

Mi propia experiencia como canalizadora

Cuando yo canalizo a Jeshua, yo siento que me vuelvo más grande en lugar de más pequeña. Siento que su energía me está ayudando a elevarme hacia la grandeza de mi propio Ser superior. Yo pienso que en realidad él está mediando entre ‘el pequeño yo de todos los días’ y el ‘Yo más grande’, ayudándome a encarnarlo un poco más. Cada vez que él hace esto, y yo lo permito, estoy expandiendo mi conciencia un poco más, y esto afecta mi propio crecimiento y habilitación. Una vez di una canalización (sobre: “Relaciones en la Nueva Era”) en la cual yo sentí tan fuertemente la presencia de mi propio ser superior (a quien yo llamo Aurelia), que dudé de si yo aún estaba canalizando a Jeshua. Yo le pregunté a él aquella tarde antes de que me fuese a dormir, y entonces él me dijo algo muy cautivador: ‘Siempre recuerda, yo estoy ahí para ti, tú no estás ahí para mí’. Esto lo dejó muy claro. Todos nosotros intentamos encarnar completamente y manifestar nuestro Ser superior aquí en la Tierra. Los maestros vienen a ayudarnos en nuestro camino, y si es un maestro verdadero, él o ella los ayudarán en tanto ustedes lo necesiten, y luego se quitará del camino.

Jeshua aún está conmigo, aunque yo siento que no estoy ‘conversando’ tanto con él como solía hacerlo al comienzo. A menudo en estos días cuando yo le hago una pregunta personal, él me responde: ¿qué es lo que tú realmente sientes de esto? Y cuando me enfoco en eso, la respuesta está ahí, viniendo de mi propio conocimiento interior e intuición. Entonces, Jeshua nos alienta a todos nosotros a tomar nuestro propio poder, y a ver la canalización como un medio y no como un fin. Tal vez algún día seré capaz de ‘canalizar’ mi propio ser superior o ser Crístico, y no dependeré más de Jeshua. ¡Estoy segura de que él será el primero en aplaudirme!

Jeshua sobre canalizar

Concluiré con una ‘canalización sobre canalizar’… unas pocas palabras de Jeshua sobre su relación conmigo como canalizadora.

Canalizar es un modo de acercarte a ti misma con la ayuda de otro ser – no físico –. Este ser temporalmente juega el rol de un maestro. La energía del maestro te ayuda a llegar a un nivel más profundo de ti misma. La energía del maestro te eleva de los miedos que mantienen tu luz velada.

Un maestro te muestra tu propia luz. El maestro es más conciente de tu luz de lo que tú lo eres. Tan pronto como esta luz, tu conocimiento interior, es accesible a ti, el maestro se vuelve superfluo. Entonces tú eres capaz de canalizar tu propia luz. El maestro ya  no tiene que actuar más como un puente entre tú y tu ser superior.

Yo estoy recordándote por un momento tu propia luz. Yo te reflejo tu grandeza en la forma de Jeshua ben Joseph. En mí tú te ves a ti misma, tu ser Crístico, pero tú aún no te das cuenta de esto completamente. Yo soy como un marco de referencia para ti, mi energía sirve de faro. Yo te ayudo a que llegues a conocer más profundamente a tu ser Crístico. Éste lentamente se moverá hacia el primer plano, y yo me moveré hacia un segundo plano. Todo esto está bien. Es como debería ser. No olvides, en esta relación, yo estoy ahí para ti, tú no estás ahí para mí. Yo no soy el fin, sino el medio. El renacimiento de Cristo es el despertar de tu ser Crístico, no del mío.

Yo actúo de acuerdo a lo que sirve a tu Ser superior. Mi propósito es que tú me vuelvas superfluo. Cuando tú me canalizas, no trates de hacerte pequeña o invisible. Yo deseo que tú te hagas más grande, siente tu verdadera fuerza fluir hacia fuera de ti y brillar sobre el mundo.

Un maestro señala el camino pero eres tú quien camina en él. Luego de un tiempo, tú te encuentras a ti misma caminando sola, habiendo dejado al maestro detrás. Éste es un momento grandioso y sagrado. El maestro permanecerá contigo, seguirá viviendo en tu corazón como una presencia interior, pero la figura separada desaparecerá.

Permanecemos conectados, pero a medida que tú creces, tú me verás o querrás llamarme cada vez menos como a un ser separado. Yo lentamente pasaré a ser parte de tu propia energía. Y en un cierto punto, tú no me distinguirás más como separado de ti. Esto indicará que tú realmente me has visto y oído.

Jeshua, verano de 2006

 

 

 



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© Pamela Kribbe